Tomar tu cruz es aceptar con gozo todas las etapas de tu proceso con Dios. Habrán días maravillosos en que verás los milagros y las maravillas de Dios en tu vida de manera indiscutibles. Como cuando Jesús le dijo a Lazaro: "Levántate" después de 4 días de muerto y se maravillaron todos, y glorificaron a Dios. Pero también habrán días en que tendrás que pasar situaciones terribles por hacer lo correcto, como cuando Jesús clamó a Dios para que "Pasara de él esa copa sin tener que beberla" o sea, que le evitara de ser posible todo ese sufrimiento.
Independientemente de lo que estés pasando, la invitación de Jesús es a que, al igual que él, sigamos su ejemplo y hagamos la voluntad de Dios, siempre lo correcto, sea en las buenas, en las malas o en las peores. Sin importar las consecuencias. Porque después de la tormenta viene la bonanza.
Y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí.
Mateo 10:38
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Escrito por: Álvaro A. Martínez
Para: minutocristiano.blogspot.com
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