Es chévere cuando le hacemos favores a alguien agradecido que valora nuestra generosidad y nos recompensa de muchas formas, tanto financiera como honrándonos al hablarle bien a otros acerca de nosotros, el problema es que no todos son agradecidos, es más, ¡Hay quienes abusan de nuestra nobleza porque la toman como signo de debilidad de nuestra parte!
Hacer lo correcto no siempre va a ser fácil, si así fuera no hubieran tantos mártires a lo largo de la historia, pero con Dios se trata de perseverancia, uno debe perseverar en hacer el bien pero no esperando gratificación de los hombres, sino de Dios. De ahí que las escrituras nos insten a hacer las cosas como para Dios y no para los demás (Colosenses 3:23-24), a no desmayar (Gálatas 6:9), sino a hacer el bien aún a quienes nos hacen mal (Lucas 6:28).
No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.Romanos 12:21