9 de enero de 2024

NUESTRO DEBER


El deber de un ministro, o en general de un cristiano, no es señalar las faltas de los demás, tampoco de convencer a nadie, nuestro deber como hijos de Dios es guardar sus mandamientos, o sea amar a las personas que tenemos a nuestro alrededor y ayudarlos en la medida de nuestras posibilidades, pero también mostrarle a los demás las verdades bíblicas, enseñarles la importancia de buscar de Dios y llevarles a tomar consciencia de su necesidad espiritual, que el que trae la convicción es el Espíritu Santo.

Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Gálatas 6:1

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Escrito por: Álvaro A. Martínez
Para: minutocristiano.blogspot.com
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