4 —Este es el pacto que establezco contigo: Tú serás el padre de una multitud de naciones. 5 Ya no te llamarás Abram, sino que de ahora en adelante tu nombre será Abraham, porque te he confirmado como padre de una multitud de naciones. 6 Te haré tan fecundo que de ti saldrán reyes y naciones. Génesis 17:4 - 6. NVI.
“Te he confirmado como padre de multitudes”. El cambio de nombre de Abram al de Abraham era necesario, no solo porque el significado de Abram era el de padre enaltecido lo cual no correspondía a la realidad de aquel varón, sino que el cambio de nombre apuntaba hacía lo nuevo que Dios había establecido en la vida de quien sería el padre de la fe. Él sería padre de multitudes para que se cumpliera el “haré de ti una nación grande”.
Lo viejo en Abram consistía en que no era ningún padre enaltecido; mas lo nuevo estaba en la promesa: “haré de ti una nación grande...de tus lomos saldrá reyes y naciones”. De ahí el cambio de nombre de Abram a Abraham. Dios no solo hace nueva todas las cosas sino que establece un futuro profético en la vida de sus escogidos. También lo hizo con Saraí la esposa de Abram a quien llamó Sara. De princesa la pasa a llamar madre de multitudes. El “haré de ti” trae consigo un nuevo nombre. Un nombre profético ¡Prepárate!
Por: Marcos Manrique
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com
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