10 de octubre de 2023

BUSCA TU RECOMPENSA EN SILENCIO


Pero tú, cuando le des a alguien que pasa necesidad, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha. Entrega tu ayuda en privado y tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.
Mateo 6:3, 4 

Ninguna promesa es hecha a aquellos que dan a los pobres para ser vistos de los hombres. Reciben su recompensa de inmediato, y no pueden esperar un pago doble. 

Ocultemos nuestra caridad; sí, ocultémosla incluso de nosotros mismos. Den con tanta frecuencia y den en abundancia, como un asunto de rutina, al punto que ya no sea más notorio haber ayudado al pobre, que haber comido sus comidas regulares. Den sus limosnas sin susurrarse siquiera: “¡cuán generoso soy!” No traten de recompensarse a ustedes mismos. Dejen ese asunto a Dios, que nunca deja de ver, de registrar, y de recompensar. Bienaventurado es el hombre que está ocupado en secreto con su generosidad: encuentra un gozo especial en sus desconocidas benevolencias. Este es el pan que, comido sigilosamente, es más delicioso que los banquetes de los reyes. ¿Cómo me puedo dar el gusto hoy de este lujo exquisito? He de tener un festín real de ternura y generosidad de alma.

Por: Juan Carlos Mendez
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com
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