1 Corintios 6:12
Cuando inicié en el evangelio, recuerdo que varias personas me mencionaron una lista de cosas que no podía hacer. Sin embargo, cuando le conté eso a la persona que me habló de Cristo, esta me dijo que allá no me prohibirían nada, pero si me harían ver qué cosas de las que hacemos a diario están mal, no porque nos quieran imponer un ideal, sino porque realmente a Dios no le agradan y a la larga no nos convienen.
A lo largo de los años, entendí por qué no es aconsejable por ejemplo: fumar, emborracharse mentir, robar así sea cosas insignificantes, entre otras cositas. Pues independientemente de que estén mal vistas ante los ojos de Dios según dice la Biblia, son cositas que a la larga nos perjudican a nosotros mismos. Por eso lo aconsejable es apartarnos de aquello que nos hace daño y buscar por cuenta propia lo que nos hace bien.
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