Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales.
Hebreos 13:4
Cuando una pareja contrae matrimonio, se supone que están jurando compartir sus vidas, amarse y apoyarse mutuamente hasta que la muerte los separe. No obstante, una vida es mucho tiempo durante el cual pueden pasar mil situaciones que pongan a prueba nuestra determinación de seguir adelante. Muchos no lo logran y acaban en el divorcio, pues suelen decepcionarse de su pareja o cambiando de parecer.
Debido a lo anterior, es natural que en el mundo cada vez menos parejas vean la necesidad casarse. No obstante, en la Biblia el apóstol nos amonesta a no seguir esa corriente, sino a casarse y luchar juntos por sacar adelante su relación. Puesto que el Dios que lo instituyó no cambia de opinión sino que juzgará a aquellos que viven en "unión libre" por cuanto cometen adulterio.