den a conocer sus obras entre las naciones.
Salmo 105:1
Nunca antes en nuestra historia, habíamos estado tan comunicados como en tiempos modernos, donde un simple blogero como yo, puedo escribir una reflexión sin pagar más que el valor de mi factura de Internet y ser leído por muchas personas alrededor del globo. Del mismo modo, disponemos del privilegio de acceder a redes sociales y comunicarnos con gente de otros continentes como si vivieran en nuestro barrio.
Los que tenemos el privilegio de conocer las enseñanzas de la Biblia y hemos disfrutado de una relación personal con Dios en la que vemos cómo mueve su mano para enseñarnos y bendecirnos, tenemos el deber de contar nuestra historia, sea a nuestros familiares, vecinos y amigos; y gracias al Internet podemos contar sus maravillas a gente de todo el mundo. Así que ¿qué estás esperando? ¡Manos a la obra!