2 Corintios 9:11
Debido a una incorrecta interpretación que se le da a ciertos pasajes bíblicos como los que narran el encuentro del joven rico con Jesús, los que aconsejan acumular riquezas en el cielo antes que en la tierra o los del relato de aquel hombre a quien no le cabían sus bienes y pensó en agrandar sus bodegas no contando con que aquella misma noche iba a morir; se ha generado cierto prejuicio hacia las riquezas.
El problema no son las riquezas materiales en si mismas, no está mal procurar mejorar nuestras condiciones de vida, de hecho si Dios deseara ponernos a padecer por escasez de recursos ya no sería el Dios amor, porque si nosotros queremos lo mejor para quienes amamos ¿cuánto más Dios? Así que el problema es la avaricia, es cuando le damos mas importancia a lo material que a cultivar las virtudes propias de un hijo de Dios que hace su voluntad y ama a los demás.