Honestamente, nunca he comprendido muy bien el concepto del ayuno entre la comunidad cristiana, ya que unos dicen una cosa y otros dicen otra. Cuando este tipo de confusiones surgen lo mejor es remitirnos a lo que dice la Biblia al respecto. El contexto del pasaje de hoy nos deja claro, que desde los tiempos antiguos el ayuno era parte importante del culto sagrado así que era una práctica común.
No obstante, aún desde aquella época, el ofrecerle a Dios abstenerse de alimentos para adorarle no era tan valioso para él como el hecho de que nos amemos nos unos a los otros. Así que en este orden de prioridades, no es que dejemos de ayunar, ofrendar o congregarnos, sino que paralelamente con estas prácticas nos amemos los unos a los otros y procuremos hacer todo el bien que podamos a los demás.