He conocido a varias personas que afirman que para poder predicar el evangelio como es, es necesario que el mundo nos aborrezca y nos persiga. Sin embargo, en lo personal creo que no necesariamente debe ser así, ya que existen muchas formas de decir las cosas sin que por ello dejen de ser verdad. Contrario a lo que muchos creen, la Biblia no es un libro que llame a la anarquía.
Si bien es cierto que los apóstoles murieron por oponerse a las autoridades locales que se esforzaron por silenciarlos para que no difundieran su mensaje, en la Biblia Dios reconoce la importancia que tienen las autoridades para mantener el orden en cualquier organización, comunidad y aún dentro del cuerpo de Cristo. Es solo que para nosotros el obedecerle a Dios debe ser más importante que cualquier otra cosa en el mundo, aún mas importante que tener amigos, comodidad o incluso nuestra vida misma.