Así que podemos decir con toda confianza:
«El Señor es quien me ayuda; no temeré.
¿Qué me puede hacer un simple mortal?»
Hebreos 13:6
A lo largo de la Biblia, encontramos muchas historias de cómo Dios ha intervenido a favor de los que creen en él y obedecen sus mandamientos. Del mismo modo, encontramos cómo algunos eligieron hacer lo malo delante de Dios y cómo tuvieron que afrontar las consecuencias, ya que si bien es cierto que hay bendiciones reservadas para los obedientes, los malvados no quedarán sin castigo.
Las historias de la Biblia no están ahí porque sí, sino que Dios ha permitido que pasen a la historia porque espera que las futuras generaciones no cometan los mismos errores sino que aprendan de los errores ajenos y elijan creer en él. De modo que cuando creemos en él y guardamos sus mandamientos podemos decir con toda confianza que Dios es quien nos ayuda y nos defiende como lo hizo en el pasado.