Lucas 12:15
Ciertamente vivimos en un mundo donde somos valorados y se nos enseña a valorar a otros de acuerdo a sus posesiones materiales y lo que tiene para ofrecer. Constantemente somos bombardeados por los medios de comunicación con la idea de que debemos tener el último celular, el carro de moda, la casa en tal parte, etc. Para seguir ese trote necesitamos dinero, así que puede que sin darnos cuenta caigamos en la trampa de la avaricia.
No digo que esté mal querer trabajar y conseguir dinero para vivir cómodamente, el problema es cuando nos valoramos nosotros mismos y a las demás personas por la cantidad de bienes materiales que posee; dejando de lado lo que es verdaderamente importante que es nuestra relación con Dios y con las demás personas.