—¿No han leído —replicó Jesús— que en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer”, y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo”? Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
Mateo 19:4-6
A propósito de familias, por estos días se habla mucho por todas partes acerca de la legalización del aborto y muchas son las opiniones al respecto entre quienes están a favor y quienes están en contra. Unos dicen que es mejor abortar a un niño antes que traerlo por obligación a sufrir al mundo, otros por el contrario afirman que se trata de una vida y que por lo tanto se debe respetar.
Ciertamente los seres humanos vamos por la vida buscando soluciones rápidas para todo, ya que es mas fácil "borrar o quitar" aquello que nos estorba en vez de hacernos responsables de nuestros actos y hallar otro tipo de soluciones. Así mismo sucede con el matrimonio, el cual suele resolverse con divorcio; cuando en la Biblia Dios ha establecido que no se deben separar sino buscar soluciones juntos y hacer los ajustes necesarios para que la relación funcione.