Hebreos 13:5
Sabemos que Dios nos ama y que por el amor que nos tiene, nos ha dado todas las cosas y nos ha hecho muchas promesas, las cuales podemos encontrar en la Biblia. Sabemos también que el cumplimiento de dichas promesas se encuentra condicionado a nuestra obediencia a sus mandamientos, así que se puede decir que depende de nosotros el nivel de bendición en que deseamos vivir.
Por tanto, nuestro deber como hijos de Dios no consiste en reclamar bendiciones ni esperar que todas las promesas se cumplan porque sí, sino en cultivar las cualidades que nos llevarán a obedecer los mandamientos de Dios, como en el caso de éste pasaje bíblico que nos invita a mantenernos libres de la codicia y agradecer todo cuanto tenemos recordando así que Dios dijo que no nos abandonará.
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