6 de septiembre de 2020

Conversaciones santas


Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse la inmoralidad sexual, ni ninguna clase de impureza o de avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios.
Efesios 5:3

Tal vez suene religioso o legalista lo que éste versículo bíblico afirma, pero ¿te has puesto a pensar que lo que Dios está tratando de proteger aquí es nuestro corazón? En la Biblia se nos dice que de la abundancia del corazón habla la boca (Mt 12:24) y también se nos dice que lo que contamina al hombre es lo que sale de ésta porque de su corazón procede (Mt 15:18, 19)

Por tanto, si lo vemos desde éste punto de vista, entendemos que cualquiera que desee alcanzar santidad delante de Dios, debe sacar de su corazón todas aquellas cosas que son propias del mundo y que desagradan a Dios, ya que de lo contrario seríamos solo rectos en apariencias pero en nuestro corazón amando lo que el mundo ofrece.
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