Aunque estés pasando por tiempos difíciles, de esos en los que parece que nada te sale bien, de esos en los que parece que vas de mal en peor y lejos de hallarle solución a tus problemas, parece que se multiplican, recuerda esto: Dios es mas grande.
Descansa en Dios, confía en él, déjate guiar por él, cuéntale tu situación orando. ¿Cómo? En tus palabras, como si hablaras con un amigo a quien le confías tus alegrías y pesares. Él ya sabe lo que tienes, lo que quieres y necesitas desde antes de que lo digas, pero le gusta escucharte, porque así estás a la expectativa. Esperando y prestando atención a ver qué tienes que hacer y lo que él hará por ti para socorrerte.
En Dios solamente está acallada mi alma;De él viene mi salvación.Salmo 62:1