Vi además que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento!
Eclesiastés 4:4
Se puede decir que el libro bíblico de Eclesiastés contiene las conclusiones de un hombre que lo tuvo todo. Estamos hablando del rico y sabio rey Salomón, hijo de David. A él Dios lo coronó con una sabiduría sin igual que utilizó para conseguir todo lo que quiso y lograr todo cuanto se propuso. Su gran conclusión fue que todo es vanidad.
Su conclusión fue también que de nada sirve afanarse al hombre por acumular riquezas o tener fama porque al final todos vamos a morir y una vez allá no podremos disfrutar de ninguno de nuestros bienes. Esto no quiere decir que debamos vivir desenfrenadamente, sino que también nos invita a acordarnos de Dios mientras aún tengamos tiempo, pues solo en él hallaremos el verdadero sentido de la vida (Eclesiastés 12:1).
¡Piensa en esto y compártelo!
Escrito por: Álvaro A. Martínez
Para: minutocristiano.blogspot.com
Se puede decir que el libro bíblico de Eclesiastés contiene las conclusiones de un hombre que lo tuvo todo. Estamos hablando del rico y sabio rey Salomón, hijo de David. A él Dios lo coronó con una sabiduría sin igual que utilizó para conseguir todo lo que quiso y lograr todo cuanto se propuso. Su gran conclusión fue que todo es vanidad.
Su conclusión fue también que de nada sirve afanarse al hombre por acumular riquezas o tener fama porque al final todos vamos a morir y una vez allá no podremos disfrutar de ninguno de nuestros bienes. Esto no quiere decir que debamos vivir desenfrenadamente, sino que también nos invita a acordarnos de Dios mientras aún tengamos tiempo, pues solo en él hallaremos el verdadero sentido de la vida (Eclesiastés 12:1).
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