A lo largo de las Escrituras, especialmente las del antiguo testamento, vemos cómo Dios se manifiesta con toda clase de señales y prodigios maravillosos. Poderoso es Dios para proteger y salvar a los suyos, los que en él confiamos. Pero a cambio de estas señales y maravillas, él pedía a los implicados en hacer lo que tenían que hacer. En el caso de Josué, tenía una titánica obra por delante que era introducir al pueblo en la tierra prometida. Dios haría su parte, pero Josué debía esforzarse para hacer lo que tenía que hacer. Del mismo modo hoy Dios te dice:
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.Josué 1:9