Sin embargo, es tal tu compasiónque no los destruiste ni abandonaste,porque eres Dios clemente y compasivo.Nehemías 9:31
Aunque muchas veces el pueblo de Israel se descarriaba y le ocurrían cosas malas, Dios siempre estaba dispuesto a rescatarlo cuando los israelitas se arrepentían de corazón y clamaban a él. Pero me dirás ¿Acaso los estragos no los provocaba él mismo? De hecho los permitía, para que se dieran cuenta de que su Salvador no eran los dioses que ellos mismos se inventaban, sino él.
Lamentablemente, esa mala costumbre del ser humano de atribuirle su "buena suerte" a todo aquello que no sea Dios se ha mantenido hasta nuestro tiempo. Hoy muchos dicen que son los astros, el universo, los santos, la virgen, o hasta el pariente cercano que falleció. Desconociendo que, así como a Israel en el pasado, Dios no nos consume porque él es bueno y está presto para escuchar a todo aquel que le invoque de corazón.
Escrito por: Álvaro A. Martínez
Para: minutocristiano.blogspot.com