Puede que estés pasando o hayas pasado por algo que no salió como deseabas y a causa de la decepción sientes el corazón roto y que las ilusiones cogieron alitas y se fueron dejándote solo ante un desesperante vacío. Sea por el motivo que sea, si es tu caso o conoces a alguien que esté pasando por algo así, recuerda y recuérdale que aunque todo se derrumbe Dios es bueno, él está con los brazos abiertos esperando que nos refugiemos en él para consolarnos.
El salmista pasó por al similar y por eso pudo afirmar: El (Dios) sana a los quebrantados de corazón,
Y venda sus heridas. Salmo 147:3
