Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. Salmo 73:26
Cuando la vida se nos complica, los problemas se nos acumulan y miramos a nuestro entorno buscando solución, pero lejos de hallarla, el panorama nos dice que todo va de mal en peor. Lo cual hace que nuestro ánimo decaiga y sintamos que las fuerzas físicas también nos abandonan.
En esos momentos, tú y yo podemos obtener las fuerzas necesarias para superar cualquier adversidad cuando confiamos en la fidelidad de Dios, pues él no miente y ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo si permanecemos fieles a él viviendo como es digno de sus hijos que le aman y obedecen con todo su ser.
Por: Álvaro A. Martínez
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com
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