Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción. Romanos 3:21-22
Antes para llegar a Dios debíamos ser israelitas y cumplir la ley, pero al principio no era así, sino que el ser humano podía disfrutar de una relación personal con Dios... Hasta que llegó el pecado y lo arruinó todo.
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