Si el malvado se arrepiente de todos los pecados que ha cometido, y obedece todos mis decretos y practica el derecho y la justicia, no morirá.
Ezequiel 18:21
Contrario a lo que algunos creen, no hay pecado que Dios no pueda perdonar. Desde mucho tiempo antes de Cristo, Dios extendía su misericordia para perdonar aún los pecados de aquellos malvados que de todo corazón se arrepentían y se esforzaban por andar en rectitud.
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com