¡VAMOS A CONTARLE A TODOS!

De esta manera mostraré mi grandeza y mi santidad, y me daré a conocer ante muchas naciones. Entonces sabrán que yo soy el Señor.

Ezequiel 38:23

Desde siempre, el deseo de Dios ha sido que gente de todas las naciones, sin importar su raza o condición social le conozca y le ame, por lo cual se ha manifestado de muchas formas a la humanidad y debido a la indiferencia de ésta, constituyó a un pueblo con el propósito de expandirlo a toda la humanidad.

Sin embargo, el pueblo de Dios se enfrascó en si mismo creyéndose superior y por ende menospreciando a los demás; algo que al día de hoy vemos muy a menudo en la iglesia cristiana, la cual suele enfocarse en sus eventos, actividades sociales y enseñanza entre ellos, olvidando a los que padecen necesidad en un mundo que lentamente se desmorona por ausencia del conocimiento de la verdad. El llamado es a trabajar, trabajar y trabajar, predicando a todo el que se nos atraviese el mensaje de salvación, sea que nos reciban o nos rechacen, pero no dejando de hacerlo.

Escrito para: minutocristiano.blogspot.com

Ya lo leíste, ahora compártelo.