La ley del Señor es perfecta:
infunde nuevo aliento.
El mandato del Señor es digno de confianza:
da sabiduría al sencillo.
Salmos 19:7
Desde niño, mi madre me instruyó en los caminos del Señor, ella siempre me enseñaba a orar cada noche y a respetar la Biblia como autoridad moral para la vida; aunque ella no una cristiana congregacional y solía ser impulsiva, hasta el día de hoy sigue siendo alguien muy temerosa de Dios y respetuosa de su Palabra.
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com
Ya lo leíste, ahora compártelo.
Ya lo leíste, ahora compártelo.