Todo aquel que aspire a ser un buen líder, debe preocuparse por trascender en los demás, es decir, por dejar huella. Para ello es necesario que cultivemos ciertas cualidades que la gente busca en aquellos a quienes van a seguir. El carisma es una de ellas, ya que es la habilidad de atraer a otros hacia uno mismo. En la Biblia se le llama gracia (Lc 2:52).
Un buen líder debe desarrollar la capacidad de atraer a otros hacia él y que quieran seguirlo.
¿Qué cosas afectan nuestro carisma?
- El orgullo (Ro 12:3) ¿A quién le gusta la gente que se cree superior a los demás?
- La inseguridad (1Sa 15:17) Debes aceptarte a ti mismo así como Dios te acepta.
- El ser reservados (2Co 3:2) Date a conocer para que otros sepan qué esperar de ti.
- El ser perfeccionistas (2Co 3:5) Está bien buscar la excelencia, pero recuerda que somos humanos.
¿Cómo aumentamos nuestro carisma?
- Se optimista (1Ts 5:16)
- Ayuda a la gente a descubrir para qué son buenos (Ef 4:11-14)
- Transmite esperanza (Jer 31:17)
- No solo da de lo que tienes, da lo mejor de ti mismo (2Co 12:15)
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com
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