Te ruego, Dios de mi vida, que de día me muestres tu amor, y que por la noche tu canto me acompañe.
Salmos 42:8 TLA
Todo aquel que ha gozado de tener comunión con Dios sabe lo que es experimentar todo ese amor y ternura sin igual con la que Dios cuida de los suyos. Es por eso que el salmista clama con esa vehemencia que Dios no se aparte de su lado.
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com
Ya lo leíste, ahora compártelo.
Ya lo leíste, ahora compártelo.