Romanos 8:32
En varias ocasiones, Dios nos invita a lo largo de la Biblia a que seamos generosos con las personas que nos rodean, no solo para darles cosas materiales sino al mostrarles misericordia, al perdonar las ofensas, etc.
Pero Dios no nos pide algo en lo cual no haya puesto el ejemplo. El mismo padre bueno que cuida de nosotros de todas las formas posibles y nos perdona nuestras ofensas. Demanda que tratemos a los demás con la misma bondad y generosidad que él mismo nos ha tratado.
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