Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.
Lucas 23:34
A pesar de que había sufrido toda clase de torturas de manera injusta, mientras Jesús agonizaba en el madero tenía claro que por muy malas intenciones que tuvieran sus verdugos, ellos realmente no sabían lo que se estaba moviendo de fondo y no les guardó rencor.
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