Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.
Lucas 23:34
A pesar de que había sufrido toda clase de torturas de manera injusta, mientras Jesús agonizaba en el madero tenía claro que por muy malas intenciones que tuvieran sus verdugos, ellos realmente no sabían lo que se estaba moviendo de fondo y no les guardó rencor.
Él sabía que todo era parte del plan de Dios para salvar a la humanidad. El entender que todo lo que Dios permite en nuestras vidas tiene un propósito de bendición nos ayuda a soportar pacientemente cualquier cosa que nos suceda sin ceder ante el odio y la amargura, porque confiamos en el que nos cuida y hace que todo obre para bien.
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com
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