Mateo 20:18-19
Cuando Jesucristo aceptó venir a la tierra, sabía de antemano todo lo que tenía que sufrir y conocía perfectamente las condiciones en las cuales se viviría su calvario. Alguien podría pensar que podría usar su poder divino para amortiguar el dolor o hacer que todo pasara más rápido. Sin embargo, lo realmente asombroso es que pudiendo hacerlo no lo hizo sino que soportó su tormento como cualquier ser humano.
Esto nos habla de la seriedad con la que el Señor se tomó los deseos de su Padre de liberar a la humanidad a través de este sacrificio y cómo mientras atravesó por esta situación tan aterradora, no solo pensaba en sus amigos de aquella época sino en ti y en mí que creemos en él. ¡Lo hizo por amor a nosotros!