16 de octubre de 2021

«Logros»


Porque no fue su espada la que conquistó la tierra, ni fue su brazo el que les dio la victoria: fue tu brazo, tu mano derecha; fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas.
Salmo 44:3

En esta ocasión, el salmista reconoce delante de Dios que todo lo que sus antepasados lograron y aún lo que él mismo ha logrado en su vida, no es por su propia fuerza o herramientas sino porque Dios, no solo lo ha permitido, sino que por amor a ellos les ha abierto las puertas y ha "movido las fichas" de manera que pudiésen tener la victoria en lo que hacían.

El mensaje que nos trae ese salmo, escrito hace miles de años, es que sin importar cuánto nos hallamos esforzado por salir adelante. Lo único que garantiza que nos vaya bien en la vida es la buena voluntad de Dios con nosotros, el cuál nos ama tanto que nos envió a su propio hijo para crear un sendero entre nosotros y él para que podamos acercarnos a él y convertirnos en sus hijos, con todo lo que ello implica.

Escribe el mensaje que deseas enviarme.

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *