Juan 8:34
Cuando Dios creó al hombre, se dio a conocer y estableció una serie de normas para regular su conducta a fin de sacar lo mejor de nosotros y que podamos llevar vidas tranquilas y constructivas en la tierra que nos puso. El desobedecer estas normas, no solo es perjudicial para nosotros mismos sino para los demás y esto es considerado pecado.
Al principio Dios puso al ser humano en un paraíso, pero este desobedeció el único mandamiento que se le dio y desde entonces, no solo perdió su hogar sino su perfección y desde entonces la tendencia es siempre a hacer lo malo. De modo que cuando pecamos, sin darnos cuenta nos hacemos esclavos del pecado, de modo que entre mas pecamos más queremos seguir pecando. Pero la decisión de romper el ciclo está en nosotros, para lograrlo debemos obedecer lo que Dios nos enseña en su Palabra.