3 Juan 1:2
Alguien dijo alguna vez que un saludo es la cosa más común del mundo, pues los seres humanos los usamos para relacionarnos unos con otros. De ahí que frases como: que tengas buen día, que Dios te bendiga, que te vaya bien, entre otros se vuelvan de uso cotidiano. El problema con las cosas que decimos de manera cotidiana es que llega un momento en que las decimos por decirlas.
Jesucristo fue consciente de ello cuando habló de las "vanas repeticiones" que usan algunos cuando oran, por ello nos invitó a pensar en lo que decíamos en nuestras oraciones y asegurarnos de sentir lo que afirmamos. La invitación de hoy es a prestar atención a lo que decimos, para que cuando le digamos "Dios te bendiga" a alguien, realmente estemos deseando verlo en bendición.