¡Cuidado con lo que dices!

Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse.
Santiago 1:19

Hoy en la tarde estaba conversando con alguien que me refirió el caso de una familia que está pasando por un luto debido a la muerte de su hijo, ella me contó que hace relativamente poco tiempo tuvieron una discusión porque el hijo deseaba ir a ver a una de sus hijas, pero entonces los padres le dijeron que esa hija no era de él y él les respondió que aunque asi fuera él la ama y por eso es su hija. Como podremos imaginar, los padres se han de sentir culpables por esa discusión al recordar a su hijo y mis palabras fueron: "hay palabras que... hieren".

A diario nos enfrentamos a situaciones difíciles de manejar que nos llevan a hablar sin pensar en las posibles consecuencias de lo que decimos y por esa impulsividad acabamos hiriendo a nuestros seres queridos, es por ello que debemos seguir el consejo del apóstol Santiago cuando nos dice que ante los problemas escuchemos atentamente y pensemos bien antes de hablar o enojarnos.