Con el orgullo viene el oprobio;
con la humildad, la sabiduría.
Proverbios 11:2
En varias ocasiones la Biblia nos muestra que Dios aprecia mucho la humildad, en cambio desprecia a los soberbios. ¿Por qué? Porque el soberbio cree que todo se lo merece y que todo cuanto logra es por sus propios esfuerzos o conexiones. En cambio la humildad es el reconocimiento que nuestra capacidad es limitada y solo Dios tiene la última palabra sobre si algo sucede o no.
Algo que nos enseñó la pandemia es que por muchos planes y recursos que tengamos, nuestra vida está en manos de Dios, así que depende de él decidir si vivimos o morimos y hasta dónde llegamos en esta vida. Por tanto, la invitación de hoy es a cultivar la humildad para que así reconozcamos nuestra posición y nos hagamos sabios al confiar en aquel que todo lo puede.
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