Mateo 20:18-19
Evidentemente, a Cristo no lo tomó por sorpresa todo lo que tuvo que soportar para cumplir con su misión de pagar por la humanidad. Él sabía, no solo lo que le iban a hacer, sino lo que nosotros íbamos a hacer después de haber creído su evangelio. Él sabía que ibamos a seguir pecando y que muchos de nosotros nos apartaríamos, pero eso no lo detuvo de seguir adelante.
¿Por qué lo hizo? Porque tanto el Padre como él, decidieron amarnos a pesar de nuestras debilidades. Lo realmente importante aquí no es tanto creer como permanecer en él, puesto que lo primero es un acto único, en cambio lo segundo implica seguir creyendo a pesar de nuestras debilidades, luchas y errores. Pues Dios está dispuesto a levantarnos las veces que sea necesario, siempre y cuando volvamos a él.