Santiago 1:3
Hay una errónea creencia en el cuerpo de Cristo de que Dios nos pone a prueba para ver qué tan fieles somos a él. Digo errónea por la sencilla razón de que él todo lo sabe, aunque suene crudo, la realidad es que él conoce nuestros corazones, aún nuestros mas íntimos motivos y secretos; y no solo eso, sino que también sabe de lo que somos capaces y aún de lo que haremos mucho antes de que se nos ocurra.
Esto es posible porque él es Dios, el omnisciente (que lo sabe absolutamente todo), pero lo asombroso de todo esto es que decidió amarnos y bendecirnos a pesar de saber todo de nosotros. Entonces ¿para qué nos prueba? para que nosotros mismos nos hagamos conscientes de él y nos ejercitemos en poner en práctica lo que hemos aprendido de su palabra, para que seamos constantes y perseveremos en él.