Santiago 5:16
Cuando le pedimos algo a alguien, si queremos obtener lo que deseamos, debemos tener claro el hecho de que depende de esa persona si quiere o no, darnos lo que le pedimos. Del mismo modo, cuando oramos, Dios se reserva el derecho de aceptar o no nuestras peticiones, y esto lo hace con base en los requisitos que claramente ha detallado a través de lo que estableció en su Palabra, la Biblia.
Dios desea, que nos amemos los unos a los otros, por tanto, cuando nos interesamos por los problemas de otros y oramos de corazón, Dios se complace en nuestra intención y nos bendice; también ha dicho que aquel que le ama y le obedece de corazón es justificado, así que cuando somos justos, él presta especial atención a nuestras oraciones haciendo con eficacia y poderosamente aquello que le pedimos.
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