21 de noviembre de 2020

Una decisión radical


Yo había convenido con mis ojos 
no mirar con lujuria a ninguna mujer. 
Job 31:1 

Cierto día conversaba con un amigo sobre la santidad en las relaciones de pareja, ya que le estaba contando que estuve conviviendo con una chica que fue mi novia y ambos éramos cristianos, entonces él se sorprendió al escuchar de mi que a pesar de haber convivido durante un año, nunca tuvimos relaciones sexuales ni tampoco nos hizo falta.

Es cierto que para muchos es completamente normal y hasta indispensable el tener relaciones sexuales sin necesidad de estar casados. No obstante, sabemos que en la Biblia dice que para Dios la fornicación es un pecado, al igual que la homosexualidad y el hurto; así que si queremos agradar a Dios, debemos tomar la firme decisión de evitar dichas prácticas sin mirar atrás, pero esto no depende de Dios ni de su Espíritu, sino de nosotros mismos y de cuantas ganas tengamos de obedecerle.
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