27 de noviembre de 2020

El Dios paciente


Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse, y vivirán! Lo afirma el Señor omnipotente. 
Ezequiel 18:32

Muchas personas se preguntan hoy en día por qué Dios siendo tan poderoso no acaba con toda la maldad y arregla cuentas con la humanidad y con el diablo de una vez por todas. Sin embargo, a través de pasajes como éste, él mismo se encarga de responder a este tipo de preguntas.

Es cierto que en el antiguo testamento, Dios se manifestaba como un supremo justiciero que no dejaba pasar la maldad de la gente y con fuego consumidor acababa con todo a su paso; pero mas allá del Dios furioso, tenemos al Dios amoroso que se preocupa por nuestro bienestar y nos bendice aunque no lo merezcamos porque nos ama. Como él no ha cambiado, sabemos que está siendo paciente para que se salve la mayor cantidad posible de gente, pero algún día ese plazo se acabará y entonces vendrá el fin.
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