Dichosos los que lloran,
porque serán consolados.
Mateo 5:4
Basta con echar un vistazo a nuestro alrededor para darnos cuenta que el mundo en el que vivimos está plagado de injusticias y dolor; vemos como los ricos se hacen cada vez mas ricos y oprimen a los menos favorecidos para conseguir sus objetivos; esta historia parece un cuento de nunca acabar, ya que esto no es nuevo sino que ha sido igual a lo largo de nuestra historia humana.
Sin embargo, este es el resultado de un mundo gobernado por Satanás y sus secuaces. La buena noticia es que Dios promete que pronto llegará un día en que acabe con toda la maldad y que mientras llegue ese día podemos hallar descanso por medio de depositar nuestra confianza en él como nuestro guardador y nuestro proveedor, ese que nos trae paz en medio de las tormentas de la vida.