Existe un dicho popular que afirma que nadie nace sabiendo, de hecho pensar en esto me remonta a cierta comparación entre una cría de cualquier especie animal y un bebé humano; en el caso de las crías, aunque nunca en su vida vean a otro ejemplar de su especie, se van a comportar como lo que son porque su instinto se lo dicta, caso que no se presenta en los bebés humanos que deben aprender dicha conducta.
Esto no es casualidad, sino que Dios lo hizo así para que podamos decidir con libertad qué hacer con nuestras vidas y cómo desarrollar nuestra personalidad con base en lo que aprendemos de nuestro entorno. No obstante, en este proceso nos vamos a equivocar mil veces mientras encontramos el camino correcto, por suerte tenemos personas con mas experiencias y a Su Palabra para guiarnos en nuestro día a día.
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