Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.
1 Corintios 15:1-2
No obstante, tal como dice el apóstol, debemos permanecer firmes en el evangelio que nos predica, no solo él sino los demás escritores sagrados a través de la Biblia. Para lo cual es necesario esforzarnos cada día no solo por aprender sino por practicar lo aprendido, ya que al aprender recordamos lo que debemos hacer y al hacerlo mostramos al Dios en quien creemos.
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