27 de junio de 2020

¡Vuelve a intentarlo cuantas veces sea necesario!


Por la mañana hazme saber de tu gran amor,
porque en ti he puesto mi confianza.
Señálame el camino que debo seguir,
porque a ti elevo mi alma.
Salmos 143:8

Si vemos la historia del rey David como una de las parábolas de Jesús, podríamos identificar a dicho personaje como representando a ese cristiano cualquiera que ama a Dios con todo su ser y que a pesar de su montón de defectos y debilidades, no se rinde sino que día y noche busca el rostro de Dios para que una vez mas vuelva a guiarlo para volver a intentar hacer su voluntad.

Nótese que Dios tiene especial estima por David, pero es debido al tipo de persona que és. Una persona que sin importar cuántas veces haya fallado, no se rinde sino que una vez más lo vuelve a intentar. Del mismo modo, Dios no espera que seamos perfectos, lo que espera es que no nos cansemos de buscarle e intentar hacer las cosas bien para agradarle en todo cuanto hagamos.
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