El Señor te protegerá;
de todo mal protegerá tu vida.
El Señor te cuidará en el hogar y en el camino,
desde ahora y para siempre.
Salmos 121:7-8
Muchas personas hablan del rey David hasta hoy, algunos dicen que ella el hijo mimado de Dios, otros dicen cosas malas acerca de él. Pero si analizamos su vida, era una persona como tu y como yo, que hacía cosas buenas, pero también cosas malas. Sin embargo, lo que lo hace especial es que a pesar de sus errores, él siempre volvía a Dios, reconocía sus pecados y aunque recayera nunca dejaba de volverlo a intentar.
A través de muchas tribulaciones, el salmista pudo ver la mano de Dios moverse a su favor y por eso entre mas angustiado estaba, mas se refugiaba en Dios y se esforzaba por hacer su voluntad. Hoy nosotros podemos aprender de ese ejemplo al confiar en Dios a pesar de los muchos problemas que nos puedan rodear, así al estar atentos, veremos cómo Dios hace lo necesario para bendecirnos.