Si estás en las manos de Dios, estás... ¡En las mejores manos!

Tú eres mi escondite y mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza.
Salmos 119:114

Puede que hoy que estés leyendo ésto, sientas que estás pasando por, como dicen en mi tierra, 'la inmunda'. Es decir, que sientas que todo te sale mal, estás rodeado de problemas y lejos de hallar salidas parece que vas 'de mal en peor'. Sin embargo, la Biblia nos ofrece consuelo en medio de éste tipo de situaciones y nos brinda esperanza en medio de la desesperación.

En ella encontramos historias como la del Rey David, quien fue perseguido por su predecesor, el Rey Saúl y siendo rey, mucho tiempo después, su propio hijo Absalón procuró su muerte para quedarse con el trono. No obstante, en medio de todo, David puso su confianza siempre en Jehová y debido a esto vio su mano poderosa librándolo de todo mal. Así que no temas si estás en las manos de Dios, porque estás en las mejores manos.