El Señor es clemente y compasivo,
lento para la ira y grande en amor.
Salmos 103:8
A diario, en éste blog y otros muchos sitios web dedicados a la difusión del evangelio, hablamos maravillas del Dios de la Biblia. Mencionamos tantas y tan maravillosas virtudes de él, que a veces pudieran ser difíciles de creer, sobre todo por lo que vemos a diario en el mundo que nos rodea. Sin embargo, es precisamente a eso a lo que se refiere el versículo 8 del salmo 103.
Todo esto que a diario sucede es precisamente porque Dios, por el amor que nos tiene, respeta nuestro libre albedrío y es paciente aún con los malvados a la hora de ejecutar sus juicios. Él siempre va a buscar una manera de persuadirlos de que lo que están haciendo no está bien y que al final van a recibir su merecido, de modo que aún los malvados tengan chance de arrepentirse y cambiar.