1 Juan 4:12
Desde tiempos inmemoriales, el sueño del hombre ha sido ver a Dios, es decir, a la causa suprema de todas las cosas. Debido a que por naturaleza, nuestro principal sentido es la vista y por ende tendemos a confiar solo en aquello que podemos ver y tocar. Así que, en su afan de ver a Dios han creado cualquier cantidad de deidades y las han plasmado en estatuas y pinturas que les permitan, por asi decirlo, sentirlos cercanos.
No obstante, a través de la Biblia aprendemos que Jehová nuestro Dios ha ocultado su rostro a propósito, ya que desea enseñarnos a reconocerlo en todas las cosas y adorarlo por medio de la fe, es decir, que creamos en él aunque no lo veamos físicamente. Debido a que él desea que nos enfoquemos en amarnos los unos a los otros y le reconozcamos en todo lo que nos rodea.