Mateo 28:5-6
Corre el año 33, Jesús finalmente fue ejecutado y entregó su vida por todos los seres humanos, tanto de aquella época como de todas las generaciones posteriores hasta nuestros días. Los discípulos que durante 3 años estuvieron escuchando sus enseñanzas se han dispersado, tal vez por el miedo o porque no creyeron realmente que sus palabras trascendieran a su muerte.
Sin embargo, tres días después, unas mujeres se llevaron la sorpresa de sus vidas al comprobar que la tumba estaba vacía y que en su lugar había un ángel de Jehová que les recordó aquella promesa que Cristo repitió tantas veces de que volvería a la vida en tres días. Tras ese suceso y su posterior ascenso a los cielos, nosotros seguimos predicando a un Cristo vivo, uno que venció a la muerte para darnos vida en abundancia ¿amén?
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